martes, 28 de agosto de 2007

*Amor de ratona

Amor de ratona

No lo hice a propósito, sólo levanté las cobijas de la cama y salieron algunos ratones y algunas crías recién nacidas, como se aprecia en la foto. Esa habitación había estado sin uso por algunos meses, así que una o varias familias de ratones habían ocupado la casa en mi ausencia.

Usualmente pongo trampas o mato a los ratones cuando los veo en mi casa, así que esa ratona de la foto, aunque quizás no me conociera, sabía por instinto que no debe acercarse a un ser extraño. Sin embargo, como se puede ver en la foto, ella hizo lo que tenía que hacer, arrriesgó su vida para salvar a su cría. Tan decidida estaba a salvar a su cría recién nacida que no le importó acercarse a mí. Lo hizo con tal desfachatez que hasta tuve tiempo de sacar la cámara fotográfica y tomarle fotos y video.

Por haber visto esa prueba de amor maternal le perdoné la vida, pero no estoy seguro de repetir lo mismo la próxima vez.

Procuro nunca hacer daño a los animales, pero tampoco soy tan extremista como el "Niño Verde", quien en una entrevista por televisión dijo: "Si veo una cucaracha que entra a mi casa, la tomo con cuidado y la saco al patio".

Para mí, cada especie en su espacio y no hay problema, aunque eso me recuerda unas palabras sabias que en una charla de café pronunciara el maestro José de Jesús Guerrero Rios: "Si ves una cucaracha no la pises, algún día podría ser tu jefe".
Pero bueno, eso de las cucarachas es otra historia, hoy solo quería escribir de la ratona que invadió mi espacio.

viernes, 24 de agosto de 2007

*No quiero despertar

No quiero despertar
Autor: Paulino Arreola Arreola D. R. ©

Vivo tan solo que mi sombra
se ha fugado en busca de compañía
para soportar la soledad
que entre los huesos se acurruca
disponiéndose a llorar.

Estoy tan solo en la penumbra
que una tumba no debe estar más fría
que el hueco que llena mi pesar.
Que ni dormido se me olvida
que no quiero despertar.

Tuve de todo y hoy me asombra
que ni sobras ni migajas de alegría
han quedado en mi rincón.
Ni hay quien se mofe de las marcas
de mis ojeras que gritan frustración.

Tuve de todo lo que anhelan
los humanos, ¡qué desgracia! y de la vida
sus delicias pude disfrutar
asta que hiciste que me odiara
y maldijera hasta la luz del sol.

Estoy tan solo que la noche
tiene miedo y las estrellas se le esconden
para no mirar la vastedad
del universo que sin dioses
llora por la humanidad.

Estoy tan solo que la soga
en mi cuello ya abortó sus fantasías,
y mi sien cesó de mordisquear
el humo negro y la alharaca
que se armó al disparar.

Estoy tan solo que me ahoga
la bebida rebajada con pastillas
sin receta y que son para sedar,
que ni dormido se me olvida
que no quiero despertar.

martes, 21 de agosto de 2007

*Prohibido hacer sus necesidades aquí

Se sancionará a la persona que haga sus necesidades en este lugar.

!Caramba, qué cosas!

Creí que eso nunca jamás sucedería en este pueblo. Pero ya ven, hasta en los mejores ranchos empiezan ya a prohibirte de todo, hasta de hacer tus necesidades en donde te plazca.

Qué necededad eso de las necesidades prohibidas. En fin, que se sancione a los que no sepan leer, o que de plano les urge tanto que les valga la multa.

Es necesario pues establecer cuáles son las necesidades prohibidas por el cartel de la foto. No se especifican, por tanto, el mensaje deja de ser tomado en cuenta.

-Necesito tomar una cerveza ahora mismo.
Eso es una necesidad, y no la puedo llevar a cabo cerca de ese anuncio.
-Necesito sostenerme los pantalones para que no se me ensucien, pero no lo debo hacer, así que permaneceré un rato más en cuclillas mientras tomo una decisión inteligente.
-Necesito hacer el amor ahora mismo, pero esa necesidad tampoco la puedo realizar aquí, así que buscaré una mano amiga para que me ayude a pensar en la mejor solución a este problema.
-Necesito dejar de escribir estupideces, pero eso también es una necesidad, y no la puedo hacer frente al anuncio, así que me alejaré un poco para pensar en mí y en mis miserias.

martes, 14 de agosto de 2007

*Un mundo nos vigila

Un mundo nos vigila

Ver enlace relacionado

Autor: Paulino Arreola Arreola

No hace muchos años que nos dábamos el gusto de orinar al aire libre: “voy a miarbolito” decíamos; podíamos tirar basura y escupir en cualquier lugar, fumar y beber todo tipo de cosas y rascarnos el trasero sabiendo que nadie nos observaba.

Uno se podía bañar encuerado en los arroyos, ríos o lagunas, si no era tiempo de sequía y siempre y cuando fuese sábado. Podías estar con tu novia en un lugar oscurito, y aunque todo mundo se imaginaba lo que sucedía entre las sombras, nadie te podía ver.

¡Qué tiempos aquellos! Había cierto respeto por la privacidad y también cierto placer al hacer cosas a escondidas de los profesores, de los padres, de los pre-suegros, etc. Cuando alguien hacía algo malo o extraño en el pueblo, te enterabas tiempo después a través de la radio, de la televisión, del periódico o de la comadre.

Sin embargo, conforme los avances de la tecnología se nos fueron acercando, cada vez existe menos privacidad en la vida de cualquier hijo de vecina. Ahora vivimos en una aldea global en la que a los africanos les llueve y nosotros nos inundamos. En Irak no producen petróleo por andar sacudiéndose a los gringos y en México aumenta el precio de la gasolina, etcétera.

Madona se baña sin sostén en la alberca de su casa y todo el mundo la ve por televisión. Maradona se droga en una fiesta orgiástica y todos los aficionados al fútbol se enteran. El Papa reza y le vemos el rostro compungido por el dolor y el sufrimiento por los pobres del mundo. A alguien le cae un rayo y observas por televisión el momento justo del suceso.

Existen en la actualidad, cámaras de video que vigilan el tráfico vehicular en las principales avenidas de la ciudad, los centros comerciales vigilan a sus empleados y a sus clientes. Automóviles y movimiento de personas son detectados a través del satélite y ahora existe un chip que se te inserta en la piel y pueden localizarte en caso de secuestro.

Si usas Internet, te rastran para saber que páginas visitas y cuánto tiempo permaneces en línea y tienen la lista de todos tus contactos. Si te pagan por nómina electrónica, los bancos rastrean por todo el mundo el uso de tu tarjeta de débito para ver en qué quedó tu miserable sueldo de empleado; saben qué compras y a quiénes les adeudas.

Las autoridades y las ratas te ven en cámaras de circuito cerrado desde que sales de tu casa, saben por cuáles calles circulas, cuáles semáforos te pasaste en rojo, a qué velocidad vas. No hay lugar en los estacionamientos en que puedas dejar tu coche y que no esté vigilado, aunque si te lo roban, claro que nadie supo qué sucedió, pero bueno, esa es otra historia.

Todos sabemos que hace tiempo nos vigilan en todas partes. No hay duda de eso, pero ahora, el propio gobierno mexicano ha aceptado que sí tiene la capacidad para interceptar llamadas telefónicas, conversaciones públicas y privadas. Te ven desde los satélites, sobre todo si estás cerca de la frontera. Así que olvídate de hacer el amor con la cortina abierta, o en el patio de tu casa, pues alguien te está viendo, y escuchando.

Bien por toda la tecnología, pero me quedan algunas dudas. Si saben todo eso, ¿por qué nadie ha podido encontrar a las mujeres y a los hombres desparecidos en ciudad Juárez, en Chihuahua, en Tijuana, etc.? ¿Por qué nadie sabe quién robó mi casa? ¿Quién se robó mi automóvil?, y ultimadamente, ¿en dónde está el poco dinero que yo había dejado en mi tarjeta de débito para sobrevivir hasta el pago de la siguiente quincena?

domingo, 12 de agosto de 2007

*Ciudad Juárez, mi ciudad

Ciudad Juárez, mi ciudad
Ver enlace relacionado

Cada día llega más gente a la ciudad, por diversas razones, y muchos llegan para quedarse. Estamos creciendo a un ritmo vertiginoso. Nadie se atreve a predecir cómo va a ser nuestra ciudad dentro de 10, 30 o 50 años.
Lo interesante es saber cómo resolver los problemas que el crecimiento demográfico desmesurado ocasiona; tales como la escasez de: vivienda, agua, electricidad, empleo, escuelas, transporte, etc.
La ciudad crece más rápido que las obras de gobierno. Por lo que cada vez requerimos gobernantes, políticos, empresarios, y ciudadanos en general, más comprometidos con el bienestar general de la ciudad.
Cada vez hay más contaminación ambiental, ruido, basura, smog, más inseguridad, más muertes violentas, etc.
Juárez es una ciudad de oportunidades, sólo hay que cuidarse de los oportunistas, que son los que echan a perder la imagen y el prestigio de la ciudad.
!Arriba Juárez!
Paulino Arreola

jueves, 9 de agosto de 2007

*Muchacha tarahumara

Ver enlace relaciondo

Autor: Paulino Arreola Arreola D. R. ©



Bella princesa de tez morena
que avanzas libre por la pradera
luciendo el talle de tu esbeltez.
Tus ojos tiernos de estrella fugaz
llenan el cielo de felicidad
al bordar sueños de niña-mujer.

Niña tarahumara llena de candor
que en el agua clara vas buscando amor.
Niña tarahumara, cuerpo de mujer
que tus senos grandes y pequeños pies
guíen mi camino, me quiten la sed.

Tu risa fresca llena de color
pinta en el fondo de tu corazón
que todo grita para despertar,
que sólo ocupa un beso de sol,
que todo tu ser tiembla de emoción
cual botón de rosa presto a reventar.

Niña tarahumara, pétalo de flor
de mis sueños fuego, de mis noches sol.
Niña tarahumara si has de ser feliz
deja que tu rostro se pinte de mí
Y que sin palabras me digas que sí.

Hermosa reina de la montaña,
virgen morena que en la mañana
miras al valle rumbo a la ciudad.
Preciosa dama que con el maíz
mezclas los sueños de tu porvenir,
tortilla, pinole y carne de faisán.

Niña tarahumara, raza de pasión.
Hija de la luna y del resplandor.
Niña tarahumara, yo quiero tener
tus ríos y montañas y todo tu ser.
Niña tarahumara, ¿Me puedes querer?

*No a la reforma a la ley del ISSSTE

No a la reforma a la ley del ISSSTE. (Ver enlace relacionado)

Autor: Paulino Arreola Arreola

Nunca he terminado de entender a cabalidad qué sucedió con el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), pero quiero creer que aquello fue para rescatar a las empresas de un déficit de liquidez y entiendo que se logró rescatar los bancos de la quiebra a partir de la utilización de dinero del gobierno federal.

Lo que definitivamente no entiendo es, por qué no se utilizó el mismo sistema para rescatar al ISSSTE. El gobierno entendió que era inminente la quiebra de esa institución, pues se encontraba ya casi en números rojos. Pero ¿en dónde estriba la diferencia en el ejercicio del poder y en la aplicación de las leyes?

¿Por qué no se utilizó dinero federal para rescatar al ISSSTE de la quiebra? ¿Por qué tienen que ser los trabajadores quienes lo rescaten? ¿Por qué salvar a los empresarios y no a los empleados?

Está claro que para el gobierno mexicano es más importante un empresario que un empleado, no hay duda de eso. La historia está plagada de eventos que muestran cómo se ha beneficiado a la clase poderosa, aunque sea minoría, por encima de la clase popular, que siempre ha sido la mayoría.

Otro aspecto que me sorprende respecto a la reforma a la ley del ISSSTE es el hecho de que los legisladores pasaron por encima del artículo 14 constitucional, el cual a la letra dice: “A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna.”

Hasta donde alcanzo a comprender el artículo 14, éste me dice que si me contrataron como profesor, mi contrato estaba basado en ciertos reglamentos y leyes. Sin embargo varios lustros después, ahora me dicen que ya mi contrato no es por 30 años para poder jubilarme, sino que ahora deberé trabajar hasta los 60 años de edad. En dónde quedó el artículo 14 constitucional, pues es obvio que la nueva ley del ISSSTE va en contra de tal artículo, que aún sigue vigente.

Es entendible que a los nuevos contratados se les aplique la nueva ley, pero a los que ya estamos en servicio, ¿por qué no respetarnos los derechos a partir de las leyes y reglamentos con los que fuimos contratados en su momento?

Hay veces que quisiera ser abogado para entender todas las leyes y sus recovecos, pero casi siempre me convenzo de que prefiero seguir siendo profesor, para explicarles a mis alumnos todas las cosas que no puedo entender, y sembrarles la duda. Porque solamente con la duda razonada podremos crear ciudadanos capaces de reflexionar, analizar y criticar el mundo en que vivimos, y buscar así las maneras más apropiadas de manifestarnos cuando se tiene la certeza de que se están pisoteando nuestros derechos laborales.

miércoles, 8 de agosto de 2007

*80 años de El Heraldo de Chihuahua

UN ABRAZO A EL HERALDO DE CHIHUAHUA

Ver enlace relacionado

Autor: Paulino Arreola Arreola


El Heraldo de Chihuahua cumple años

y por eso festejamos en las casas.

Las noticias publicadas cada día

nos informan sin mentiras, sin engaños,

y ya son ochenta años que sin falta

el periódico retrata nuestras vidas.


El Heraldo nunca falta en nuestras casas.

Nos informa lo que pasa en nuestra patria

en el mundo y en Chihuahua. En deportes

comprobamos que los hombres que batallan

y las damas esforzadas dan medallas

y en la pugna logran marcas superiores.


El Heraldo está completo en sus secciones.

Da noticias de regiones del estado

y también clasificados, arte y ocio.

Hay sección para negocios y opiniones

que moldean las decisiones que tomamos.

Por esos ochenta años, un abrazo.

*La horrores de la guerra

Los horrores de la guerra.
Ver enlace relacionado

Autor: Paulino Arreola Arreola


Cuerpos despedazados, heridos y muertos. Mujeres abatidas por las balas, niños mutilados por las bombas que cayeron del cielo, ancianos con el sufrimiento incrustado en sus rostros y en sus almas cansadas de vivir en el escenario de la masacre, en el centro del “tiro al blanco.”

Soldados orgullosos de su misión. Políticos y gobernantes satisfechos por el éxito de sus ejércitos. Los que “deciden,” están planeando ya la estrategia del siguiente ataque, la siguiente ciudad, el siguiente país a donde emigrarán los ejércitos.

Millonarios festejando por el incremento en la venta de armas y la consabida ganancia. Las cuentas en los bancos crecen cada vez que cae una bomba, cada vez que se dispara una bala. A ellos no les interesa en dónde caigan o a quiénes lastimen. Las armas usadas significan ceros a la derecha en sus chequeras. Las residencias de los poderosos se expanden y se hacen más elegantes y cada vez más alejadas del pueblo. Sus niños van a la escuela y a la iglesia con sus mejores galas, sus padres rezan a Dios y dan gracias por las bendiciones recibidas, por su familia, por todo lo que es de ellos.

Edificios destruidos, puentes caídos. No hay electricidad en la ciudad que los poderosos han elegido como territorio de batalla. No hay agua para beber, ni tan siquiera para limpiarse el polvo del rostro después del bombardeo. No hay hacia dónde correr después del ataque suicida que a todos tomó por sorpresa. No hay escuela a dónde ir a estudiar. No hay iglesia a donde ir a rezar. ¿Para qué estudiar?, si no existe la certeza de amanecer mañana. ¿Para qué rezar? si no existe la certeza de que Dios escucha.

Los sufrimientos se pueden leer en los rostros. Los desprotegidos, los inocentes, las víctimas se preguntan: ¿en dónde está Dios?, y por toda respuesta cae otra bomba del cielo, destrozando el penúltimo rayo de esperanza en la sonrisa de un niño, en la mirada atemorizada del anciano, en el rostro asustado de la madre y en la impotencia del padre.

Eso y más pude percibir en la excelente exposición fotográfica que actualmente se exhibe en el vestíbulo de El Heraldo de Chihuahua. Felicidades y gracias a quien tuvo la idea de exponer esas fotografías. Felicidades a los fotógrafos que arriesgaron sus vidas para estar en el lugar de los hechos y poder traernos de primera mano la realidad que a muchos nos está vedada, o que ni siquiera queremos darnos cuenta que existe.

Esa realidad está ahí para muchos habitantes del mundo, pero a los que no nos ha afectado directamente, no nos gustaría que fuese nuestra realidad. Por eso, quizás, no hablamos mucho de “los horrores de la guerra.”

¿En dónde estás luchador que peleas por la paz? ¿Acaso te has unido a los que hacen la guerra? ¿Cuántos inocentes más deben morir para entender que la guerra no está lejos, que ya casi está a la vuelta de la esquina?

Al decir: “las imágenes dicen más que mil palabras”, en esta exposición fotográfica no es un dicho más. En este caso, las imágenes nos hacen vivir el sufrimiento de la gente que vive la desdicha de encontrarse en el campo de batalla sin quererlo. A los rostros de las fotografías, seguramente, nadie les preguntó si querían guerra. Ésta, simplemente llegó y se instaló en sus cocinas, en sus calles, oficinas y escuelas.

Sería interesante si esta exposición fuera incluida en los recorridos que se les ofrecen a los visitantes que vienen de fuera de la ciudad, del estado y del país, pues es una excelente oportunidad para recapacitar y reflexionar acerca de lo valioso que es tener paz, esperanza y libertad.