viernes, 23 de noviembre de 2007

*Era feliz, pero me volví a enamorar


Era feliz; pero me enamoré una vez más. Ahora deberé empezar a disfrutar las delicias de mi nuevo amor y a luchar con mis demonios eternos, que ahora vuelven con nuevo rostro, para darme la oportunidad de encontrarles las aristas menos pulidas y así exprimir sin misericordia sus jugos literarios, y después, seguramente, me enamoraré otra vez de una nueva musa, y así hasta el final del principio y hasta el principio del final.
Eres bienvenido, nuevo rostro del amor. Son también bienvenidas, ustedes, las delicias y los sufrimientos en los que por mi libre y espontánea voluntad me involucro al tratar de conquistarlas y de entender mi intangible e incomprensible placer por el gozo y el sufrimiento mezclados en la misma copa de deseos insatisfechos y fantasías no cumplidas que se cuelan entre mis miserias y la fisura en el espejo.
Estoy enamorado, ya no soy feliz por eso, pero prefiero ser un conejo impotente, estúpido y enamorado, que una rata feliz en la oscuridad de la cloaca de la auto-complacencia espiritual.
Así sea.

viernes, 2 de noviembre de 2007

*Club de los idiotas


Club de los idiotas (club exclusivo)
Ver enlace de origen

Congratúlate a ti mismo por haber logrado llegar sin ayuda al único portal que ofrece una bienvenida muy especial a todos los idiotas, bueno, no a todos, sólo a los idiotas mexicanos, y sólo si son mayores de edad.

Si tú te consideras inteligente, o si no eres mexicano, o si eres menor de edad, entonces debes salir inmediatamente de aquí e irte a navegar en el Internet en búsqueda de otras cosas más interesantes para ti, que seguramente habrá muchas por ahí.

Si has leído hasta este renglón, bien por ti, eres uno de los nuestros. Sigue leyendo.

Nota importante:

No es obligatoria tu permanencia en este blog, puedes abandonarlo en el momento que tú lo desees, pero si te vas, no cometas la idiotez de volver.

Si te quedas, acepta que eres un ser afortunado, pues en este portal no se aceptan idiotas de otras nacionalidades, ni menores de edad, es pues, un club exclusivo, como se indica arriba.

Ya que regresaste de leer allá arriba, en donde dice: club exclusivo, y como idiota que eres, ya debes saber que los inteligentes no son bienvenidos en este club, ni los menores de edad.

Como presidente de este club, y ya que sólo seré presidente por los próximos siete años, convoco por este medio a todos los idiotas mexicanos, como tú, idiota mayor de edad, a que me envíen su cuota de inscripción para poder ser aceptados a este club y así disfrutar de la totalidad de las obligaciones que se enuncian en el Certificado de Aceptación al Club de los idiotas, el cual te será enviado en cuanto los recursos financieros de esta presidencia sean suficientes para ordenar en una imprenta toda la documentación requerida para presidir y pertenecer a un club exclusivo de esta naturaleza.

Así que ya lo sabes, los requisitos para ser parte importante de este exclusivo club, ya te lo dije antes, son:

1. Ser idiota,

2. Ser mexicano por nacimiento,

3. Ser mayor de edad, y

4. (que es el más importante para el buen funcionamiento del club) tu cuota de inscripción.

Sin este último requisito, a pesar de que reúnas a cabalidad los tres primeros, el presidente no podrá compartir contigo las obligaciones que adquieres al ser aceptado como miembro activo de este exclusivo club.

Si consideras que reúnes los tres primeros requisitos, entonces te felicito, pues estás listo para hacer un depósito en cualquier sucursal del banco BANAMEX, a la cuenta número: 4476-49465, por la cantidad de $ 50.00 cincuenta pesos 0/100 M. N.

Consejo importante:

Si has decidido ser parte del exclusivo Club de los idiotas, el día que vayas a realizar el depósito al número de cuenta bancaria que se te indicó arriba, hazte acompañar de otro adulto que no sea idiota y que no tenga interés en pertenecer a nuestro club (tu acompañante debe ser mayor de edad), para que te ayude a realizar el depósito sin contratiempos.

Atentamente

El presidente del Club de los idiotas

Asociación no gubernamental

Sección México, Capítulo Único.

No tenemos sucursales en ningún otro país, todos los demás clubes de idiotas sólo son falsos imitadores, traidores a la patria y fanáticos esquizofrénicos.

(Ver las letras pequeñas al final de este mensaje).

Por ningún motivo se hacen devoluciones de cuotas de inscripción. Tampoco nos hacemos responsables si depositas más dinero del que se te solicita como cuota de ingreso al Club de los idiotas. Vive sin drogas, aliméntate sanamente y disfruta de tu permanencia en el Club de los idiotas. Dentro de siete años podrías estar siendo electo como nuestro nuevo presidente, pero sólo si para entonces la membresía del Club de los idiotas hubiese crecido a más de cien mil integrantes que cumplan todas las obligaciones que se enuncian en el Certificado de Aceptación al Club de los idiotas.

jueves, 1 de noviembre de 2007

*El mundo es de los inteligentes


El mundo es de los inteligentes, no hay duda, los demás sólo pagamos renta y cumplimos con los requisitos básicos para que se nos permita permanecer en él.
Las cosas que nos han hecho creer que valen la pena son aquellas que no nos son necesarias. Trabajamos, vivimos y morimos en la búsqueda de lo que creemos que nos dará la felicidad y cada vez que logramos una meta caemos en la cuenta de que aquella no era sino un simple escalón, pero que sigue otro, y otro, y otro, de una escalera interminable que permitiste que los inteligentes previamente construyeran en tu ser interior.
Creo que las personas más felices son las que han aprendido a vivir sin necesitar nada, y eso les da la tranquilidad intelectual necesaria para encontrar mejores maneras de alcanzar la felicidad, a costa de los que trabajan, de los que sufren, de los que lloran, de los que sueñan.
Hoy conocí a una persona inteligente, creativa, arriesgada, luchadora, tenaz, carente de prejuicios y ajena a lo que significan los perjuicios.
Me convenció de regalarle $ 20.00 pesos. Para mí, aunque no soy rico, esa cantidad no significa nada, porque no soy inteligente. Para aquel hombre, $20.00 pesos que cada persona le regale significa una suma interesante, dependiendo de cuántas personas como yo encuentre en una hora, en un día, en un año, en una vida.
Ese es su trabajo, engañar, vender ideas, convencer, ilusionarte con un beneficio rápido, con una ganancia extraordinaria, etc. Percibí el engaño de inmediato, y sin embargo le seguí el juego, pensando ilusamente que si una persona es capaz de engañar por $ 20.00 pesos, ese es su valor.
Luego me di cuenta de que aquella persona se especializa en concontrar personas como yo, que se creen tan inteligentes de tasar el valor de un ser humano por sus actos fraudulentos.
No es el primer vividor que encuentro en la vida, y en todos los casas me he dado cuenta a tiempo de que se trata de un timo, de un engaño, y sin embargo soy tan necio que sigo creyendo que al ponerle precio a un ser humano, es él el que se devalúa, y yo me crezco por eso. Pero hoy he hecho cuentas, y no puedo dejar de reconocer que esas personas aprovechan, precisamente mi forma de pensar para seguir sobreviviendo a costa de los demás.
El mundo es de los inteligentes, y yo sólo vivo en un mísero sótano en una mísera ciudad llena de cosas lindas y buenas, plagada de oportunidades, de ilusiones inalcanzables porque no he aprendido a valorar en todo su esplendor la míseria del ser humano, lo bajo que somos capaces de caer con tal de sobrevivir.
Felicidades amigo, lograste que con gusto y por mi entera voluntad te regalara mi billete de $ 20.00 pesos, dinero que ni a un pordiosero daría en mi peor momento de debilidad.
Enhorabuena, sigo aprendiendo a conocerme y a conocer cómo piensan los gusanos arrastrados que me rodean. Gracias por la lección, sé que aún día lograré que alguien como tú me de un billete más grande que el que yo te dí, con la misma facilidad con que tú lo lograste, con esa eficacia y eficiencia en tus palabras y en tu actitud. Fuiste un gran ejemplo para mí, aprendí la lección, no me estafaste $ 20.00 pesos, venciste mi inteligencia emocional y mi poder mental, que aún se encuentra en proceso de desarrollo, seguramente a años luz de lo que tú has avanzado, a juzgar por la facilidad con que consigues los favores de quienes se cruzan en tu camino.
Gracias, Gracias.